También esperan una próxima subida al considerar como ‘irreal’ el tope de 180€ establecido por la Unión Europea para el gas.
Se creó en 2021, se amplió por la crisis de 2022 y desaparece en 2024 porque el decreto anticrisis no lo prorroga.
El Gobierno ha decidido no solicitar nuevamente a la Unión Europea la extensión del mecanismo ibérico que controló el precio de la electricidad durante la crisis energética. El inicio del año 2024 se prevé sin medidas de protección nacional ante un posible aumento descontrolado de los costos energéticos. Al renunciar a la solicitud de una prórroga del mecanismo ibérico, no autorizada por Bruselas, el Gobierno ha eliminado otro límite este miércoles. Este límite, que prohibía cobrar más de 67 euros/MWh en los contratos de electricidad desde 2021, había reducido los beneficios excepcionales de las compañías eléctricas al asumir la diferencia con el precio real. Sin una extensión, esta medida expiró el 31 de diciembre, dejando solo el tope de 180 euros para el precio del gas en toda la UE, que nunca se ha activado debido a su elevado valor.
La incertidumbre sobre la continuación de la llamada reducción de beneficios de las eléctricas era una de las incógnitas en torno al nuevo decreto anticrisis aprobado por el Gobierno el 27 de diciembre. En dicho decreto, se comenzaron a retirar algunas medidas, como el IVA de la luz y el gas, solicitadas meses atrás por la Comisión Europea, respaldadas por la estabilización de los precios energéticos y su proximidad a la normalidad. Sin embargo, el texto publicado en el BOE este jueves no contempla la extensión de este instrumento.
El límite de 67 euros por megavatio hora (MWh), que regía el cobro de la electricidad en los contratos con consumidores por parte de las eléctricas, desaparecerá el 31 de diciembre. Esta medida, implementada en octubre de 2021 con el objetivo de que las eléctricas contribuyeran a reducir el costo de la luz, se aplicó inicialmente solo a nuevos contratos y se extendió a todos, incluyendo renovaciones, en marzo de 2022, cuando la crisis de precios energéticos ya era una realidad evidente.
