El consumo eléctrico en España ha sido un tema de debate en los últimos años. Si bien 2008 marcó un récord histórico de 281.051 GWh, la demanda ha experimentado una caída constante desde entonces, acumulando un descenso del 13%.
Causas de la caída del consumo:
Desindustrialización: La progresiva desindustrialización de la economía española ha impactado significativamente en el consumo energético, especialmente en el sector industrial.
Eficiencia energética: La implementación de medidas de eficiencia energética ha contribuido a la reducción del consumo en diversos sectores.
Autoconsumo: El auge del autoconsumo fotovoltaico ha restado demanda a la red eléctrica tradicional.
Crisis económicas: La crisis financiera de 2008 y la pandemia de COVID-19 también han tenido un impacto negativo en el consumo energético.
Impacto del descenso del consumo:
Deslocalización industrial: Los altos precios de la energía en España han puesto en riesgo la competitividad de las empresas electro-intensivas, lo que ha provocado la deslocalización de algunas de ellas.
Oportunidades para la electrificación: La reducción del consumo de gas natural y la apuesta por la electrificación de la economía, como en el caso de las bombas de calor y los vehículos eléctricos, podrían generar nuevas oportunidades.
Futuro del consumo energético:
Incertidumbre: Es difícil predecir si el consumo eléctrico en España recuperará los niveles históricos.
Potencial renovable: España cuenta con un gran potencial para la generación de energía renovable, lo que podría impulsar la electrificación y la creación de nuevas oportunidades industriales.